Ella decidió caminar sola , decidió dejar de cortar alas de mariposa. Estaba tan decidida a no depender de nadie más , a no volver a agarrase a la mano de nadie , a no confiar ni en si misma. Dejo de quemar caminos y consiguió abrir puertas selladas con lágrimas. No volvió a sonreír , pero su rostro no insinuaba dolor, si no , fuerza , seguridad. Ella jamás tendría una varita de princesa , solo unos tacones y un hermoso cabello con el que conquistaría el mundo. No volvería a sostener una taza de café en una fría mañana de invierno , si no un tequila que le hiciera olvidar. No volvería a romper sus sueños contra el suelo , ni a gritarlos contra el cielo, dejó de ser escuchada. Sus gritos se escaparon en lágrimas , y las lágrimas formaron el escudo que le protegió del mundo. Comenzó a fingir ser una ingenua y que no sabía que la vida iba contra ella , y decidió pensar que la muerte era una puerta más que había de tomar algún día. Sus piernas fueron heridas por el asfalto , su cuerpo fue inculpado de pecados. Debió encerrarse en una sala , donde las olas golpearan tan fuerte que los estruendos escondieran su pena. Todo cambió en su persona , ya nadie la sostenía , ya no existía un puto paraíso para ella.